Big data en las estrategias de comunicación: datos para conquistar al consumidor

La era de la digitalización definitiva ha llegado, y es que la crisis de la COVID-19 ha supuesto un antes y un después en el sector consumo y en las estrategias de las empresas a nivel global. Desde la entrada en vigor del estado de alarma a nivel nacional, hemos podido comprobar cómo la sociedad optaba por los canales digitales para abastecerse tanto de bienes de primera necesidad como todo lo relacionado con ocio y bienestar, una tendencia que ha continuado en los meses posteriores. Lo cierto es que la digitalización ya no es un proceso ni un objetivo, es una realidad. Muestra de ello es el aumento de tráfico web por parte de segmentos de la sociedad que, previo a la pandemia, se mostraban escépticos a ofrecer sus datos personales en el entorno online y que actualmente han descubierto los grandes beneficios y comodidad de la revolución digital. Este es el caso de los mayores de 65 años, segmento que ha aumentado su presencia online en más del 300%.

Este contexto, que ha acelerado los procesos de digitalización y ha impulsado a empresas y emprendedores a invertir en el desarrollo de canales online, no supone una imitación del negocio físico en el entorno digital, sino una transformación adaptada a las necesidades de los usuarios. En este punto cobran gran importancia, desde hace años, el Big Data y el Business Intelligence como herramientas básicas para recopilar datos y estudiar el comportamiento de los usuarios. El objetivo de las compañías es sacar conclusiones verídicas, rápidas y efectivas para aplicar en sus nuevas estrategias de comunicación, marketing y desarrollo, culminando, en algunos casos, en una posible transformación del negocio original.

Flexibilidad y anticipación: oportunidades de la analítica de datos

 Según datos extraídos por la consultora Gartner, en 2019 el 43% de las empresas que se encontraban inmersas en procesos de transformación digital tenían la analítica de datos como prioridad en su inversión. Este proceso de transformación de las compañías se conoce ya como alfabetización digital, y es que requiere no solo de las herramientas necesarias para llevarlas a cabo, sino también un gran conocimiento por parte de empleados y directivos del manejo de estas nuevas tecnologías para la consecución de los resultados esperados, algo para lo que muchas empresas ya cuentan con equipos especializados en la recopilación, gestión y análisis de datos.

A lo largo de estos últimos meses hemos podido comprobar los efectos de la pandemia a nivel mundial que han supuesto, entre muchas otras cosas, una reestructuración y una adaptación de los planes de comunicación y marketing de las empresas en tiempo record para hacer frente a la nueva situación. Y que, como es lógico, la crisis sanitaria ha despertado nuevos intereses, nuevos modelos de entretenimiento e incluso nuevos formatos y canales de distribución que las empresas no pueden ni deben eludir, si no quieren quedarse fuera del punto de mira de sus públicos objetivo. En este sentido, el uso correcto y acertado del Big Data y la inteligencia de negocio con un filtro comunicativo se convierte en una herramienta básica para aumentar la flexibilidad en los planes y acciones de comunicación, anticipándose a las necesidades y aspiraciones de los usuarios, que cada vez más buscan marcas y compañías verdaderamente comprometidas, para generar así una imagen de marca potente que lidere el top of mind del consumidor.

Aprovechar al máximo los recursos del Big Data permite a las compañías ganar en posicionamiento, competitividad, transparencia y confianza a través de la diferenciación y la segmentación. Detectar hechos reales y relevantes que puedan ser noticiables y de gran impacto, la elaboración de estudios sociales que permitan convertirse en referente dentro de su sector a través de datos reales, o la detección y segmentación de información para llegar de manera concreta a los diferentes grupos de usuarios que comparten los mismos intereses, son algunos ejemplos de las infinitivas oportunidades que ofrece la analítica de datos y que permitirán aumentar la confianza del consumidor en nuestra compañía, así como afianzar una relación más cercana con nuestros stakeholders.

Cruce de datos internos y externos

Igual de importante que conocer a nuestros consumidores, saber dónde están, por qué llegan a nosotros, y cómo interactúan entre ellos y con la marca, lo es también la recopilación e interpretación de datos internos de la compañía y su interacción con los empleados. De esta manera, podremos utilizar esa información como herramienta para afianzar nuestros mensajes clave y aplicarlo a nuestra comunicación interna, como reflejo y punto de partida de todo lo que se comunica a medios y consumidores.

Especialmente útil resultará, en este sentido, la integración del conocimiento del consumidor con información relevante de la empresa que nos permita sacar conclusiones y decisiones acertadas a favor de los recursos generales y económicos que se destinarán para cada acción que realice la agencia o el departamento de comunicación, permitiendo así afinar el contenido y el presupuesto asignado a cada una de ellas.

En un contexto de revolución digital e incertidumbre motivada por la COVID-19, la responsabilidad de las agencias de comunicación es, más que nunca, aprovechar las herramientas digitales de comunicación necesarias para escuchar y analizar la evolución del sector y tendencias entre los consumidores a corto y medio plazo. De este modo, podremos utilizar ese conocimiento de manera inteligente para optimizar los procesos de toma de decisiones y actuar con anticipación a los hechos, logrando posicionar a las marcas y compañías como prescriptores de su actividad entre los consumidores y evitar, como ocurre en muchos casos, que se queden en la sombra.

 

Adrián Carrón | Ejecutivo de cuentas senior Departamento de Consumo y Salud- Evercom Life

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