El mapa bancario: repasando lo sucedido en cinco años

Banking the LightEl mapa bancario español ha cambiado considerablemente desde 2008, año en el que Lehman Brothers se declaró en quiebra debido a las hipotecas subprime en Estados Unidos. El gigante norteamericano arrastró a todas las economías mundiales, especialmente a las europeas, dejando a varios países en la estacada con los bancos casi a cero.  En aquella época España vivía una etapa de crecimiento económico importante y, debido al boom inmobiliario, los bancos españoles y cajas de ahorros se encontraban ante una excesiva exposición a activos inmobiliarios.

La dependencia española de la financiación exterior y la falta de una gestión eficiente llevaron al sistema financiero español a una delicada situación de insolvencia y falta de liquidez, que forzó la reestructuración bancaria. En 2009 el mapa bancario español inició un período de saneamiento que culminó con la desaparición de todas las cajas de ahorros del escenario bancario –a excepción de la valenciana Caixa Ontinyent y de la mallorquina Caixa Pollença, que a día de hoy son las únicas que han mantenido su naturaleza jurídica-. Cabe añadir que, este sector, durante los años de crecimiento económico, llegó a manejar casi el 50% del negocio. Algunas fusiones se llevaron a cabo con la utilización de recursos privados aunque, en la mayoría, el Estado intervino como en el caso de Bankia, la CAM o BMN.

En el reflotamiento con dinero público de las entidades que se declararon insolventes, el Estado destinó 61.000 millones en ayudas directas, de los cuales a día de hoy 21.000 se dan por perdidos. El saneamiento del sistema bancario español, por tanto, ha sido gracias a los contribuyentes que han permitido que las entidades españolas refloten y se lleven consigo al sistema financiero español.

Después de la adjudicación reciente de Catalunya Banc a BBVA por 1.187 millones, la entidad vasca se ha convertido en uno de los bancos que más ha crecido en los últimos años junto con Caixabank y Banco Sabadell. Caixabank absorbió Caixa Girona, adquirió Barclays (por 800 millones) y se adjudicó Banca Cívica (integrada por Caja Navarra, Cajasol, Caja de Guadalajara, Caja Canarias y Caja de Burgos) y el Banco de Valencia. Banco Sabadell, por su parte, adquirió el Banco Guipuzcoano, la CAM – una de las grandes antes de la crisis, la cuarta, con 70.000 millones en activos-, el Banco Gallego, el negocio de Lloyds en España y Caixa Penedés.

La pro­funda re­es­truc­tu­ra­ción del sector fi­nan­ciero es­pañol se ha lle­vado por de­lante más de medio cen­tenar de entidades y ha dibujado un escenario en el que Caixabank, Grupo Santander, BBVA, Bankia, Banco Sabadell, Banco Popular, Unicaja, Catalunya Banc, NGC Banco, Ibercaja, Kutxabank, Bankinter, BMN, Cajamar y Liberbank son los protagonistas. En este punto cabe destacar los buenos resultados obtenidos en los últimos test de estrés del BCE, que demostraron la solvencia de la banca española. En los anteriores resultados, los bancos salieron relativamente mal parados ante la debilidad de las cajas que, tras las inyecciones públicas, han remontado.

Tras todas estas fusiones y adquisiciones que han saneado el mapa bancario español, parece ser que el sector no realizará grandes movimientos los próximos meses y que la economía española repuntará en 2015. Todo apunta a que el próximo año retornarán, de nuevo, las tan deseadas cifras positivas de crecimiento económico.

Laura Llauradó Fullerachs, Ejecutiva de cuentas de la División de Comunicación Financiera

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